Añez lamenta la competencia destructiva entre quienes luchan por la conducción de un país destrozado
La expresidenta Jeanine Áñez expresó su profunda tristeza y frustración por la “competencia destructiva” entre actores políticos y candidatos presidenciales, quienes, a su juicio, buscan dirigir un país “destruido”.
En un mensaje lleno de amargura, Áñez señaló que estas actitudes han mermado las esperanzas de los ciudadanos, especialmente de aquellos que, como ella, se encuentran privados injustamente de su libertad.
En ese contexto, apeló a la fe, pidiendo a Dios que “nos haga un milagro” y recordando que, si no hay justicia en la tierra, la única esperanza que queda es la “Justicia Divina”.
Áñez, quien lleva 3 años y 8 meses en prisión, denunció lo que considera una persecución política por parte del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), con casos de corrupción inventados y de los que dijo no tener conocimiento.
“Este es un gobierno corrupto por donde lo mires, pero a Luis Arce no lo torturan como a mí”, afirmó.
También manifestó su indignación por la falta de apoyo de algunos políticos de oposición, quienes, según ella, tuvieron la oportunidad de frenar procesos injustos durante su gobierno, pero que ahora la descalifican en un intento de ganar indulgencia.
“Lo peor es escuchar a políticos de oposición que durante mi gobierno tuvieron la oportunidad de frenar procesos injustos, otros incluso regresando del exilio”, lamentó.
Dijo que su encarcelamiento es una represalia por haber cumplido con la Constitución al asumir la presidencia en noviembre de 2019, cuando había un vacío de poder tras las irregularidades en las elecciones presidenciales de ese año.
Recordó que su decisión de asumir el cargo estuvo motivada por una profunda responsabilidad hacia el país y el amor a Bolivia, en momentos en que se disponía a regresar a su casa en Trinidad, Beni, luego de su período como senadora.
Áñez destacó que su principal responsabilidad al asumir la presidencia fue evitar una guerra civil y señaló que su gobierno enfrentó una crisis política, social y sanitaria sin precedentes, con la llegada de la pandemia de COVID-19.
En ese contexto, aseguró que el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) ha buscado judicializarla y mantenerla como “prisionera política”, sin darle la oportunidad de una defensa adecuada.
La expresidenta denunció lo que considera una “tortura blanca” por parte del MAS, afirmando que los equipos de abogados del gobierno se dedican a quebrantar su bienestar emocional, espiritual y psíquico.
La expresidenta expresó su dolor como madre al ver a sus hijos expuestos a lo que considera un gobierno abusivo y lamentó profundamente el trato recibido por su familia, afirmando que, a pesar de las adversidades, sigue resistiendo y manteniendo la esperanza de que algún día se haga justicia, tanto en la tierra como en el ámbito divino.
Fuente: Erbol