Leigue pide ver el caso de Venezuela y no acostumbrarse a vivir con tantos problemas

En su homilía dominical, el arzobispo de Santa Cruz, Monseñor René Leigue, dedicó parte de su discurso a reflexionar sobre la crisis en Venezuela y las dificultades que enfrenta Bolivia. Leigue señaló que los bolivianos no pueden resignarse a vivir en una realidad plagada de problemas.
El arzobispo destacó que en Venezuela, muchas personas han tenido que abandonar a sus familias y huir del país debido a la injusticia y las difíciles condiciones de vida. Sin embargo, señaló que algunos aún minimizan la gravedad de la situación, diciendo cosas como “estamos bien” o “al menos tenemos comida y no nos interesa el resto”.
Leigue planteó una pregunta retórica: “¿Será que nosotros también nos estamos acostumbrando a una realidad llena de problemas, con tantas cosas sucediendo? Parece que nos quedamos ahí, acostumbrándonos. Y eso es lo que a veces nos impide tener una reflexión más profunda”.
El arzobispo dijo que a los bolivianos les cuesta salir de la situación actual porque algunos siguen diciendo que “estamos bien, aquí en nuestro país no pasa nada”. Todo está en calma”.
Recordó que este mes de agosto comenzó con un bloqueo de carreteras por parte de los transportistas por la falta de combustible, y algunos bolivianos criticaron esta medida de presión por los inconvenientes que ocasiona.
Leigue reconoció que a nadie le gustaría vivir en medio de bloqueos y huelgas, pero estos problemas ponen de relieve la necesidad de soluciones efectivas para el transporte y otros aspectos cruciales. “A veces, estos problemas nos ayudan a entender que no solo los camiones necesitan combustible, sino que también las personas necesitan trasladarse de un lugar a otro”, dijo.
El arzobispo alertó que pareciera que nos estamos acostumbrando a vivir en circunstancias indignas. “Eso no tiene por qué ser así. No debemos acostumbrarnos a vivir de manera indigna”, dijo, destacando la necesidad de que las autoridades gubernamentales escuchen las soluciones alternativas que se les presenten.
“No sé hasta dónde vamos a llegar con todos estos problemas. Pero el hecho es que estamos donde estamos. Los invito a no quedarnos como este pueblo que se queja diciendo ‘al menos tenemos comida’ y qué pasa con la justicia”, concluyó en su homilía.
Fuente: Erbol